El mayor éxito de un safari fotográfico, es poder contemplar los famosos “Big Five” o “Cinco Grandes” que son cinco de las especies más representativas de África: Leopardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte. 

Esta curiosa clasificación viene de la caza, ya que estos Big Five son considerados como los cinco principales trofeos de África, por ser precisamente los cinco animales más peligrosos para cazar.

La posibilidad de ver los Big Five en un solo safari es casi imposible, por ello, nuestros amigos, nos organizaron con éxito, un recorrido por los siguientes parques: 

Parque Kruguer (Sudáfrica), Parque Hwange (Zimbabwe) y Parque Hlane (Zwazilandia).

Partimos desde Mozambique, donde apenas habían animales salvajes porque el Parque de Gorongosa, que había sido uno de los refugios de la fauna más diversos en África, con grandes poblaciones de búfalos, leones, elefantes e hipopótamos, con la guerra civil, habían desaparecido. Miles de animales que vagaban por sus amplios pastizales murieron a manos de los grupos combatientes y poblaciones enteras de animales quedaron al borde de la extinción. La masacre continuó después del conflicto debido a la caza furtiva generalizada y a la tala clandestina. Afortunadamente, en los últimos años la esperanza resurgió en el parque, gracias a la iniciativa del empresario estadounidense Greg Carr, que firmó un contrato por 20 años con el gobierno de Mozambique para rejuvenecer y proteger el diverso ecosistema del parque, así como crear un próspero negocio turístico que beneficiaría a las comunidades de la región. 

Recuerdo nuestro primer y madrugador safari, en Hwange (Zimbabwe), pocos minutos después de las cinco de la mañana y tras un liviano desayuno. Íbamos en un todoterreno descubierto, con mantas porque hacía frío. Las nubes bajas cubrían gran parte de la sabana y el guía iba identificando los rastros -pisadas y heces- que dejaban los animales a su paso. Si eran huellas recientes, nos avisaba para que estuviéramos atentos y nos señalaba diferentes especies de aves que descansaban en las ramas de los árboles. Durante un período de alrededor de tres horas, nos fuimos adentrando en el parque. A veces tardábamos en descubrir un animal pero, cuando alguno aparecía, la emoción y la alegría que sentíamos, es difícil de describir. 

Emprendimos otros safaris por la tarde y recuerdo el que hicimos en noche cerrada. Descubrimos buhos y unos impalas que estaban quietos, como petrificados, por la presencia de una leona. Otra experiencia impactante fue cuando una manada de elefantes rodeó nuestro vehículo, parado en medio de un estrecho camino. El guía nos dijo que no hablaramos ni nos moviéramos y yo ni siquiera me atreví a disparar la cámara para no hacer ruído. 

Después de estos safari fotográficos completamos el avistamiento de los "Cinco Grandes" en su propio hábitat con gran satisfacción, pudiendo confirmar que nuestro viaje por Sudáfrica fue todo un éxito por la cantidad de magníficas experiencias que vivimos y que estos países nos aportaron y que recordaremos toda la vida.

Actualmente, los Cinco Grandes son especies protegidas.

Nota: Las fotos fueron realizadas con cámara analógica que han sido escaneadas.